Esta bitácora es un sencillo reflejo de ideas, reflexiones y experiencias

viernes, 11 de noviembre de 2011

LA SONRISA

Hace mucho tiempo en un curso de introducción al voluntariado, una mujer comentaba como había tomado la actitud vital de sonreir a la gente. Había decidido que no costaba nada hacer la vida agradable a los demás a través de una simple sonrisa y de aceptarlos como personas, creer en su dignidad innata sin más. Sus palabras me impresionaron porque noté que era un cambio de actitud real que había tomado, y no sólo algo que se piensa en teoría o que se dice para quedar bien. Con el tiempo no me he quedado sólo con eso, me acuerdo de ella muy amenudo cuando me encuentro con gente que confirma su teoría o con personas que hacen todo lo contrario.

Hoy he tenido una dosis de ambas cosas, primero he pasado buena parte de la mañana con Kata, una chica alemana que es toda energía y sonrisas con la que nunca se acaba la conversación ni los buenos propósitos, una persona que se ríe de sus malos momentos y disfruta los buenos. Posteriormente, he tenido que lidiar con una funcionaria de correos que ha decidido declararme su enemiga, aunque ella en otras ocasiones había sido muy amable, ha hecho su trabajo pero con tanto desprecio que casi me hace llorar. Cuando ya me encontraba lejos de la oficina aún me apetecía haberle preguntado qué le había hecho yo para que me tratara así, me encantaría tener algún día el valor de hacerlo.

Evidentemente, no siempre se puede ser agradable porque hay circunstancias personales que te lo impiden pero intentarlo por defecto creo que es muy buena idea. Al pensar en la sonrisa pienso en la más inocente que conozco, la de mi sobrino Diego, que te sonríe simplemente por ser un humano que interactúa con él, de hecho más que sonreir se parte de risa por disfrutar de ti. Sería maravilloso que todos conserváramos (o hayamos vivido alguna vez) esa risa para comunicarnos con el mundo. Yo tiendo al pesimismo con facilidad, cuando algo me sale mal empiezo a verlo todo negro y me vendría muy bien recordar que simplemente compartiendo un rato agradable con los demás ya se ven las cosas de otra manera.

Propongo la sonrisa como punto de partida.