Esta bitácora es un sencillo reflejo de ideas, reflexiones y experiencias

miércoles, 30 de marzo de 2011

El ojo crítico

Siempre escucho este programa de radio nacional, hablan sobre cultura de una forma nada pedante, es un programa divertido, interesante y entretenido. Tienen una sección que es un taller literario, se habla sobre los diferentes recursos literarios que se deben incluir en un relato. El caso es que el otro dia me decidí a enviarles una creación, la hice en un segundo porque se me ocurrió la idea a partir de un recurso que explicaron en el programa, el de producir interés al fingir que no querías contarlo. Aquí va mi relato de no más de 200 palabras:

No sé si contarlo, es difícil de decidir, al poner las cosas por escrito aclaras la mente, pero también tus palabras quedan fijadas en el papel, expuestas a los ojos indiscretos. Algunas veces me pregunto por qué me relaja tanto escribir, este es el motivo de que me encuentre en esta disyuntiva.

Bueno, comencemos diciendo que él tenía cuerpo de gimnasta y que eso lo complicó todo, sus hombros eran anchísimos y su tripa plana y dura. Yo no fui la que comenzó, él se acercó a pedirme fuego, yo le recordé que ya no permitían que se fumara en los bares y, a continuación, me besó. No me pude resistir. Cogimos un taxi y fuimos a su casa, al llegar me dice espera un momento, y me deja sentada en un sofá, pero ni por un momento recordé mis cinco años de casada. No tardó en volver y me dijo: ven, me cogió de la mano y me condujo hacia una habitación con la puerta entornada de la que salía una luz tenue. Entonces me dijo: Te voy a presentar a mi madre, y yo dije: ¡Qué! Y salí corriendo.

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